La limpieza con baños ultrasónicos es hoy en día el procedimiento más moderno y se encuentra entre los más efectivos. Las ventajas destacadas son la limpieza máxima de las piezas en el menos tiempo y sin trabajo manual.
Los baños ultrasónicos se emplean siempre que se requiere una limpieza a fondo y cuidadosa, la gama varía desde modelos de poco más de 100 ml de volumen para laboratorios o hogares privados hasta modelos de varios cientos de litros que se utilizan para la limpieza de bloques y piezas mayores.
La limpieza ultrasónica parte del principio de la cavitación, procedimiento que lleva a cabo la generación y la disolución de burbujas de vapor en líquidos. En una pérdida de presión, el líquido se evapora y genera burbujas que ocupan un volumen mucho mayor con respecto al líquido, cuando la presión vuelve a subir, el gas dentro de la burbuja condensa y la burbuja lleva a cabo su misión.
El espacio creado se llena con el líquido, lo cual lleva a fuertes impulsos de presión en el orden de varios 100 MPa.