El tiempo de limpieza depende de varias condiciones: solución, tipo de suciedad, temperatura, nivel de limpieza, etc. Normalmente se fija un tiempo aproximado y, dependiendo de los resultados obtenidos en cada caso particular, se toma la decisión de parar o seguir. Y así, probando diferentes combinaciones de temperatura, solución utilizada, tipo de objetos y clase de suciedad, el operador adquiere la experiencia necesaria y calcula el tiempo óptimo.