Productos volátiles como, por ejemplo, alcoholes suelen dar problemas en instrumentos con tecnología de punto de rocío (espejo refrigerado) que afectan al valor y a la velocidad de las lecturas, en todos los sensores, incluso usando filtros, dando errores de lectura del 0,5% al 2 o 3%.
En ocasiones, la situación puede ser incluso peor en el caso de los filtros. Ya que estos filtros, que protegen a los sensores electrolíticos y capacitivos, al medir se comportan como una esponja. Es decir, se producen procesos de sorción y desorción del vapor de agua de la muestra. Y cuando absorben compuestos volátiles, pueden cambiar el valor de actividad de agua obtenido por el sensor. Además, en algunas ocasiones, los filtros pueden dañar los sensores.