Una de las aplicaciones más importantes del sistema de registro de temperaturas es en la industria alimenticia y la farmacéutica.
Las temperaturas a la que se deben mantener los productos durante las diversas etapas productivas y hasta la puesta a disposición de los consumidores, es un elemento clave. Un control ineficaz o una medición incorrecta de la temperatura puede conllevar un riesgo para la salud, debido a los peligros biológicos, así como una pérdida de calidad y una reducción de vida útil.
Los operadores alimentarios deben aplicar programas de autocontrol en materia de seguridad alimentaria basados en el sistema de análisis de peligros y puntos de control crítico (APPCC). Los autocontroles deben tener en cuenta las comprobaciones de las temperaturas y los registros correspondientes, así como las actividades de verificación de los instrumentos empleados para asegurar que funcionan eficazmente.
Para su control deben de cumplir diversos reglamentos, donde se informa que los controles se efectuarán, mediante métodos y técnicas como el control, la vigilancia, la verificación, la auditoría, la inspección, el muestreo y los análisis.
Así para el almacenamiento frigorífico de alimentos (cadena de frio) se aplica el reglamento (CE) donde se indica que los establecimientos alimentarios, deben ofrecer unas condiciones adecuadas de almacenamiento a temperatura regulada para poder mantener los productos alimenticios a una temperatura apropiada que se pueda comprobar y, si es necesario, registrar. Además, el reglamento indica que los locales de depósito y almacenamiento de los alimentos ultra-congelados deben disponer de instrumentos de grabación adecuados (según normas EN 12830, 13485 y 13486) para controlar, a intervalos regulares y frecuentes, la temperatura del aire a que estén sometidos los alimentos ultra-congelados.
Las empresas alimentarias deben además guardar las temperaturas registradas durante un año o un periodo más largo, dependiendo de la naturaleza o del periodo de conservación de los alimentos.
También la regulación alcanza a los vehículos de transporte a temperatura regulada, donde los reglamentos obligan a que los vehículos deben estar equipados con un dispositivo de medida y registro de la temperatura en el interior de la caja.