El pH del agua afecta la vida terrestre y acuática. El agua de los lagos, lagunas y ríos sanos generalmente tiene un pH entre 6 y 8. La mayoría de los peces tolera el agua con pH entre 6 y 9, fuera de estos límites pueden acarrear su muerte. Los anfibios son más sensibles al pH que muchos peces. Sapos, ranas y otros anfibios ponen sus huevos y crías en el agua, donde se desarrollan y son beneficiosos al ser humano porque comen mosquitos e insectos.